CUANDO Jesús dijo: «Yo Soy la Resurrección y la Vida», emitió una de las más grandes expresiones que se puedan hacer. Cuando El dijo «YO SOY», no se refería a la expresión exterior, sino a la Magna, Maestra Presencia del Dios Interior, porque dijo repetidamente: «Yo de mi ser propio no puedo hacer nada.
Es el Padre nuestro, el "YO SOY", el que hace las obras». También dijo Jesús: «YO SOY el Sendero, la Vida y la Verdad», reconociendo así el único Poder: Dios en Acción dentro de Él.
También dijo: «YO SOY la Luz que ilumina cada hombre que viene al mundo», anunciando cada dicho de importancia vital con las palabras «YO SOY». Una de las formas más poderosas de liberar el poder de Dios: Amor, Sabiduría, Verdad, y ponerlo en acción en la experiencia exterior, es esa declaración «YO SOY» en todo y en cualquier cosa que se desee. Ahora vamos a referimos al dicho más poderoso de todos, tal vez uno de los más grandes que haya sido lanzado a la experiencia exterior por medio de la palabra: «YO SOY LA PUERTA ABIERTA QUE NINGÚN HOMBRE PUEDE CERRAR». ¿Tú no ves cuán vital es esto? Cuando llegues a comprender plenamente esas afirmaciones magnas, te darás cuenta de la grandeza de su alcance.
CUANDO TÚ RECONOCES Y ACEPTAS PLENAMENTE EL «YO SOY» COMO LA MAGNA PRESENCIA DE DIOS EN TI, EN ACCIÓN, HABRÁS TOMADO UNO DE LOS MAYORES PASOS HACIA LA LIBERACIÓN.
Ahora bien, fíjate bien en la afirmación: «YO SOY la puerta abierta que ningún hombre puede cerrar». Si tú pudieras realizarlo, tienes la llave que te permite atravesar el velo de la carne, y llevando contigo toda la conciencia imperfecta que hayas acumulado, la puedes transmutar, o elevarla a esa perfección a la cual has entrado.
No podré jamás ponderar demasiado la importancia de meditar en el «YO SOY» todo lo más posible, como siendo la Magna, Activa Presencia de Dios en ti, en tu hogar, en tu mundo y en tus asuntos. Cada respiración es Dios en Acción en ti. El poder de expresar tu pensamiento y tu sentimiento es Dios Activo en ti.
Como tú tienes libre albedrío, es asunto tuyo calificar la energía que proyectas en pensamiento y sentimiento, determinando cómo quieres que actúen para ti. Nadie puede preguntar: ¿Y cómo es que yo hago para calificar la energía? Todo el mundo conoce la diferencia entre lo destructivo y lo constructivo en pensamiento, sentimiento y acción.
El estudiante, al recibir esta instrucción, debe constantemente analizar el motivo que lo impele para detectar si hay algún sentimiento de orgullo intelectual, de arrogancia o de testarudez en la mente y cuerpo exterior. Si hay algún deseo solapado de discutir o de probar que la instrucción está errada, en lugar de recibir la Bendición y la Verdad, el individuo ha cerrado inconscientemente la puerta, y por el momento ha anulado su habilidad de recibir el bien ofrecido. También quiero recordarles a los discípulos, que no obstante sus opiniones personales respecto a lo que debe ser o no la Verdad, yo he comprobado a través de muchas centurias estas instrucciones condensadas que ahora les estamos dando.
Si se quiere recibir mayor beneficio posible y obtener la comprensión que da la absoluta liberación, hay que oír con una mente enteramente abierta; con la conciencia de que el «YO SOY», la activa Presencia de Dios en ti, es tu habilidad certera de recibir, aceptar y aplicar sus limitaciones, la instrucción que se te está dando, acompañada por la radiación. Esto permitirá a todos los estudiantes comprender estas sencillas, aunque magnas, aseveraciones de la Librodot El libro de oro Saint Germain 7 Verdad, que los bendecirán y los liberarán grandemente. Hace muchos siglos que se le repite a la humanidad: «NO SE PUEDE SERVIR A DOS AMOS». ¿Por qué? Porque no existe sino una Inteligencia, una Presencia, un Poder que pueda actuar, y esa Presencia es Dios en ti. Cuando tú te vuelves a la manifestación exterior y crees en el poder de las apariencias, estás sirviendo a un dueño falso y usurpador que sólo encuentra una apariencia porque contiene energía de Dios, la cual está usando mal