EL FLUIR CON LA VIDA
Aceptar por completo el momento, tu cuerpo, tu vida.
Implica aceptarse uno mismo su propio camino y vivir en armonía
La aceptación utiliza cada reto como un escalón hacia el crecimiento Espiritual y la expansión de la conciencia.
Caminábamos en silencio y muy despacio, como si ninguno de los dos quisiera darse cuenta, que nos quedaba poco tiempo de estar juntos, el maestro se paro y dirigiendo su mirada hacia la fuente que teníamos a nuestro lado, comenzó a decirme: ¿Te has dado cuenta, buscador, como el agua fluye, es suave pero poderosa? Responde, ante la fuerza, con flexibilidad, se rinde a la gravedad sin oponer resistencia, adaptándose a la forma de cualquier recipiente. El agua manifiesta la respuesta más inteligente y poderosa que uno pueda hacer ante cualquier circunstancia. ¿Y qué respuesta es esa? La aceptación, dijo el. No lo entiendo, dije. Fui enseñado a luchar por mis ideales no ha abandonar. A pesar de que la Ley de la Aceptación significa aceptar cualquier situación que ocurra en tu vida, no significa una tolerancia pasiva por lo que no te gusta, o ignorar la injusticia, o permitirte ser una víctima o ser controlado. La verdadera aceptación es activa, positiva, asertiva un empeño creativo para aprovechar tu situación, con una apreciación espiritual. No puedo pretender que aprecio la gripe, o un pinchazo en las ruedas del coche, u otros problemas, respondí. La Ley no consiste en pretender rechazar tus sentimientos verdaderos; consiste en transformarlos. Aprendes a aceptar cambiando tu perspectiva. El maestro guardo silencio durante un instante, como si buscara las palabras adecuadas. Míralo de esta forma. Si hicieras atletismo, tu entrenador podría darte un premio un día y después ordenarte un entrenamiento durísimo. Tú podrías aceptar – incluso apreciar – todo esto como parte de tu entrenamiento. Lo mismo se cumple en la vida diaria. El Gran Espíritu es tu entrenador, y la vida es tu entrenamiento El maestro explicó. En su sentido más puro, esta Ley te guía a aceptar el momento a aceptar cualquier cosa que te suceda. No sólo implica aceptar las subidas y bajadas de la vida, si no también aceptarte a ti mismo tu cuerpo, tus pensamientos, y tus sentimientos., lo cierto es que cuando te sucede algo, es que te ha sucedido y solo aceptando lo que te ha sucedido, podrás encontrar el ¿Por Qué? y el ¿Para Qué? te ha sucedido, y luego aplicando la meditación y el estudio de lo que te ha sucedido, encontraras también, el aprendizaje o lección que se desprende de ello. Recuerda buscador que el ¿por qué? De las cosas que te suceden es el motivo y el ¿para qué? es la finalidad de lo que sucede, y a ti solo a ti te compete encontrar las dos respuestas en todo lo que te suceda en la vida y muy importante en todo este proceso no olvidar nunca que nada de lo que nos sucede es “Casual” ser conscientes de que todo aquello que nos ocurre, es “CAUSAL” que todo tiene una causa, lo importante y clarificador es llegar a comprender el motivo de dicha CAUSA. ¡Todo es más fácil decirlo que hacerlo! dijo el maestro. Comienza por las cosas pequeñas. Cuando tengas un mínimo desacuerdo, acepta el punto de vista de la otra persona y mira qué pasa. Despréndete de los pequeños prejuicios. Sigue las enseñanzas de Epitectus, una sabia griega que aconsejó a sus alumnos: “Aprended a aceptar que todo debe de ocurrir de la manera que ocurre”. De todas las Leyes que he aprendido ésta parece la más difícil, dije. Es como si tuviese que dejar una parte de mí, mis deseos, valores, y preferencias. La cara del maestro brilló con luz propia mientras contestaba. "La Ley de la aceptación manifiesta en cada ser humano la chispa Divina que habita dentro de él”. No tienes que dejar nada de eso, buscador; sólo tienes que entender que por encima de tu voluntad hay una voluntad Superior esto no es fácil de comprender, continuó él, porque puede parecerte mejor a tu entender hacer lo que prefieras. Esto es entendible. Pero la vida no siempre nos da lo que preferimos, por tanto nuestros deseos nos llevan a ataduras, ansiedad, y frustración. Seguir tu pequeña voluntad te llevará a una satisfacción temporal, pero no a una felicidad duradera. Cuando ves claramente que la vida no sólo consiste en obtener lo que quieres, sino también en aprender a querer lo que obtienes, alinearás tu vida con la Ley de la Aceptación. De hecho, ¿cómo se practica esta Ley? pregunté. Comienza por preguntar en cualquier situación, ¿qué seria lo mejor para todos los implicados, en dicha situación?´ Esto puede significar desear que llueva en una zona de mucha sequía, aunque tu propio techo tenga goteras. La verdadera aceptación puede ser expresada en el sentimiento de tu corazón deseando qué no se haga tu voluntad si no aquello que sea lo mejor para todos, es decir, el bien común. Esto va a ser un gran esfuerzo para mí. ¡Un gran esfuerzo para cualquiera! dijo él, sonriendo. Pero el esfuerzo es una parte de la vida. Comienza cambiando tu energía y atención a los deseos de esta voluntad más pequeña por la sabiduría de una voluntad Superior." ¿Estás hablando del deseo de Dios?" Ofrecer una oración Hágase Tu Voluntad no requiere que creas en un Dios externo, sólo que tu hables desde tu corazón y te preguntes, Si un Gran Maestro espiritual, sabio, bondadoso, compasivo me estuviera guiando ahora, ¿qué haría en esta situación?´ Después siente tu corazón, y escucha a tu Alma; sabrás qué hacer, encontrarás el valor, el corazón y la sabiduría para hacerlo – porque el Gran Espíritu de hecho realiza Su trabajo a través de ti, seas o no consciente de ello. Poca gente ha aprendido el arte de la aceptación tan bien como los maestros de artes marciales. ¿Qué tiene que ver la aceptación con las artes marciales? Las artes marciales supremas, tal como el agua, fluyen y son flexibles, sensibles en vez de rígidas o reactivas. Tales artes nos enseñan a estirarnos cuando nos empujan y a empujar cuando somos estirados, a fluir con las fuerzas de la vida en vez de gastar nuestras energías oponiéndonos a ellas. Paró de hablar y miró hacia las montañas por unos momentos, entonces se giró hacia mí. "Hace tiempo en el Japón feudal, un joven samurai, buscando el dominio de la espada, entrenaba muchas horas al día, practicando cortes, defensa, ataque y movimientos evasivos. Encontró un maestro que aceptó adiestrarlo, pero nunca le diría nada sobre su técnica, insistiendo que era secundario. En cambio, él ponía énfasis en la importancia de renunciar a todo tipo de ataduras, a la victoria, a la seguridad, o a los resultados deseados. Sólo el guerrero que podía dejar ir su yo inferior con sus deseos, miedos, y ataduras permanecería relajado y concentrado. En un combate, aceptar la muerte significaba sobrevivir; estar agarrado a la vida significaba perderla. ¿Lo entiendes? Esta Ley se puede aplicar a la vida y a la muerte. Cuanto más libre estas de ataduras, más te expandes hacia una mayor libertad y amplitud de conciencia. El maestro añadió, "No tener ataduras de aceptación no necesariamente significa dar la casa propia o los bienes cosechados de la tierra; es un acto interno, un deseo de aceptar cualquier suceso que ocurra." ¿Cuándo, exactamente, esta Ley es aplicable en el día a día? El maestro rió. ¿Cuándo no es aplicable? Escoge cualquier circunstancia que tú normalmente rechazarías, evitarías, o resistirías; después acéptala en su totalidad, ponla en tu camino, y haz lo mejor de ella. Acepta tus impulsos más grandes mientras trabajas por un cambio positivo en tu mundo. Pero, como el samurai, no gastes energías resistiendo circunstancias que no puedes controlar. El maestro continuo, admito lo difícil que es aceptar la vida tal como se nos muestra, la avaricia, el dolor propio y ajeno, la injusticia en el mundo. Pero con el paso del tiempo, verás a todo el mundo y a todas las cosas como una manifestación del Gran Espíritu aceptando con confianza que a pesar de nuestras dificultades, todo en el Universo se está desarrollando de acuerdo a las Leyes Universales que lo rigen. La aceptación es un acto de humildad, una toma de consciencia de que la vida es un misterio cuya profundidad nuestra mente con nuestro nivel evolutivo no puede comprender aun, en su totalidad. Yo te puedo prometer buscador, concluyó el maestro que la práctica diaria de esta, Ley de la Aceptación te enseñará el camino a un estado natural de paz y armonía, contigo mismo y con quienes te rodean, te abrirá las puertas a una confianza consciente, llevándote a la comprensión de la unidad esencial entre tu y todos los seres que habitan este maravilloso planeta una conciencia tan profunda que acelerara tu evolución y te llevara al camino para desarrollar todo el potencial humano que hay dentro de ti y también te llevara, hacia una realidad Espiritual mucho más auténtica y profunda que el mundo material. donde sin lugar a dudas tomarás conciencia de que todos nosotros: “Somos seres Espirituales con experiencias humanas, no seres humanos con experiencias Espirituales.