Los orígenes del taoísmo se remontan a unos 5.000 años a. C. y a la época del Emperador Amarillo (3.000 años a. C.) que estableció las primeras referencias conocidas sobre prácticas energéticas internas y externas dirigidas a conservar la salud, la longevidad y a conseguir la expansión espiritual recuperando la energía pérdida, acumulándola y refinándola, que inicialmente se recogieron en EL LIBRO CLÁSICO DEL EMPERADOR AMARILLO.
El taoísmo, como tradición filosófica ecléctica para la autosanación y como sistema de enseñanzas para avanzar en nuestro camino de evolución espiritual, surgió hacia el siglo IV a.C., fundado en las enseñanzas del maestro Lao Tsé (anciano Maestro) y en los aforismos contenidos en el Tao te King.
Es una filosofía que enseña una manera de vivir en armonía con las leyes de la naturaleza y con la atención dirigida a tu interior para mantener la salud, la felicidad, la alegría, la armonía y la paz.
El taoísmo no es una religión (aunque algunas ramas se han dogmatizado intentando atribuirse la exclusividad del Tao simple idea de una jerarquía y de los dogmas es contraria al Tao); es más bien un sistema filosófico espiritual ecléctico que deja a un lado los dogmas, las creencias religiosas y las jerarquías de las confesiones religiosas y sigue el camino de la independencia espiritual dirigida al conocimiento interior y el cultivo de la energía interna que nos conduce a la inmortalidad espiritual en la Unidad con el Todo (Tao).
TAO significa Camino (Camino de evolución espiritual que nos conduce de regreso hacia las altas frecuencias de la Luz y del Amor incondicional del Tao), y algunas de sus enseñanzas son simples:
-Debemos acercar nuestro comportamiento al de la naturaleza, siguiendo el Tao (la vía o Camino).
-Aceptar lo que se nos presente sin pretender cambiar las situaciones.
-Disolverte en el orden natural y trabajar con él, porque ello produce resistencia y tensión.
-El ser humano debe alcanzar la independencia espiritual para poder controlar con total libertad su próximo destino sin dependencia de influencias externas.
Cada uno es su propio maestro.
-La estructura energética interna de la persona humana, el microcosmos interno, es una copia a escala reducida del Universo exterior.
-Trata a todos los hombres por igual, independientemente de su comportamiento.
-Actuar fluidamente en todas las ocasiones con atención y conciencia pero desapegándonos de los resultados.
-Interiorizar la compasión, el altruismo, el servicio y el Amor universal e incondicional como valores dirigentes de nuestra conducta.
