Si escogéis llegar a ser maestros de vuestra vida, es importante que seáis maestros de cada uno de vuestros chakras y que captéis también su sentido, su importancia, Su acción.
Os hemos hablado de los chakras primarios , de los vínculos que los unen entre ellos y de los vínculos que los une a la tierra al cielo.
Cuando vuestros chakras están realmente alineados a la energía del amor y se han desintoxicado de vuestro propio desamor y del de los demás, cuando esta desintoxicación se ha realizado, os convertís en una tuerza de vida.
LLegaís a Ser maestros de vuestros chakras.
Llegáis a ser maestros de vuestra vida.
Así, la envoltura física que es el templo de vuestra alma se alinea totalmente con la misión de vuestra alma.
Y esto no puede vivirse sin la ayuda de vuestros centros de energía, de esos vórtices tan preciosos a través de los cuales circula vuestra energía de vida, vuestra energía espiritual, vuestra energía de amor.
Cuanto más os volvéis maestros de vuestros chakras, tanto más os volvéis conscientes de vuestros chakras, tanto más podréis guiar a todos los humanos que vendrán a vosotros a ayudarlos a tomar la responsabilidad de las distorsiones o del desamor que existe en sus respectivos chakras.
Lo que es importante, es la humildad del maestro en vosotros, vuestra capacidad de contemplar vuestros propios centros vibratorios, vuestro deseo profundo de armonizar y de sanar vuestras heridas.
Esto exige de vosotros el recogimiento, el deseo profundo de evolucionar, el deseo de sanar.
Sabéis que los chakras humanos representan también los chakras del planeta.
Transportáis en todos vosotros el planeta Tierra.
Utilizad las enseñanzas para crecer.
Utilizad las enseñanzas para construir y reconstruir.
Volveos maestros de vuestros chakras.
Volveos maestros de vuestra fuerza de vida.
Volveos luz. Volveos amor.
Encarnad lo que sois.