El ejercicio puede ser adaptado por el lector a sus necesidades y puede ir de 5 o 10 minutos a media hora o más, todo dependerá del tiempo disponible y la profundidad a la que se quiere llegar.
En el qi-gong y medicina tradicional china se describen 5 elementos, cada uno de ellos tiene asociado 2 o 4 órganos del cuerpo, 1 yin y 1 yang (o 2 yin y dos yang en el caso del elemento fuego). Este viaje de agradecimiento puede seguir el patrón de los 5 elementos o simplemente uno puede hacer un barrido del cuerpo de cabeza a pies o de pies a cabeza dependiendo del gusto. Experimenta con las diferentes opciones y adopta la que se siente mejor para tí.
El ejercicio consta de tres etapas: la introducción, la sonrisa a los órganos y posteriormente el cierre con respiraciones para volver le enfoque al mundo exterior. Es un ejercicio fluido y el enfoque es agradecer al cuerpo su trabajo sin importar si estamos enfermos o nos duele algo. El cuerpo está haciendo lo mejor que puede para sanar y estar lo mejor posible.
- Comenzamos estando parados, sentados cómodamente o acostados. Escoge una posición que permita una relajación profunda.
- Ahora centramos nuestra atención en la respiración por un par de minutos para calmar la mente. Dejamos ir nuestras preocupaciones y pensamientos. Empezamos a sentir nuestro cuerpo en contacto con las diversas superficies, ya sea el suelo, una silla o la cama. En el caso que estemos haciendo el ejercicio y nos llegue una preocupación o pensamiento simplemente le ponemos atención brevemente y le “decimos” que en “x” tiempo le podremos poner atención, que ahora no es el momento indicado. Busca la frase adecuada para ti que te permita calmar la mente sin recriminar el hecho que hay pensamientos “flotando” por ahí. Con el tiempo cada vez habrá menos pensamientos cuando uno está haciendo los ejercicios y el enfoque será más profundo cada vez.
La primera opción es seguir los 5 elementos enfocándonos en los órganos yin y posteriormente los órganos yang.
- Nos enfocamos en nuestros pulmones y les sonreímos. Les agradecemos el trabajo que están haciendo de respirar intercambiando aire puro y expulsando toxinas liberadas del cuerpo. Podemos “acariciarlos”, darles las gracias, “apapacharlos” y mandarles la “energía” de una sonrisa. A veces se puede sentir la comunicación con el órgano y su respuesta al amor recibido. Nos quedamos el tiempo que queramos antes de pasar la atención al siguiente órgano. (Elemento= Aire; Organos: yin=Pulmón y yang=Intestino Grueso).
- Los riñones, le mandamos una sonrisa a los riñones, les agradecemos su trabajo incansable y los “apapachamos”. Busca todas las razones por las cuales hay que agradecerle a este órgano su trabajo. (Elemento: Agua; Organos: yin=Riñones y yang Vejiga).
- El Higado, le mandamos una sonrisa y agradecemos su trabajo. (Elemento Madera; Organos: yin= Higado y yang=Vesícula Biliar).
- El Corazón, gracias por tus latidos, por bombear la sangre a cada parte de mi cuerpo, le sonreímos. Ahora al segundo “yin” de este elemento, el pericardio, gracias por proteger al corazón. (Elemento: Fuego; Organos: yin=Corazón, Pericardio, yang=Intestino delgado y “triple calentador”).
- El Bazo, en medicina china él metaboliza las energías y es el equivalente a la “mamá” del cuerpo es un órgano muy importante que generalmente necesita mucho soporte y atención. Gracias. (Elemento: Tierra; Organos: yin=Bazo y yang=Estómago).
Este sería el final del ciclo por los 5 elementos “yin”. Tómate tu tiempo y experimenta con las frases que usas y las emociones que despiertan. Si tienes emociones que quisieras liberar puedes utilizar el ejercicio de “Dejar Ir” entrelazado con este ejercicio. Cuando se despierta la emoción, si no es necesaria, la “dejamos ir” de nuestro sistema.
Después se puede regresar y hacer el ejercicio en los 5 elementos “yang”. (Intestino Grueso, Vejiga, Vesícula Biliar, Intestino Delgado, “Triple calentador”, Estómago).
Una vez que se termine de mandar sonrisas y gratitud concluimos el ejercicio con respiraciones para regresar la atención al mundo exterior.
La otra opción que quiero presentar es barrer las partes del cuerpo de la cabeza a los pies con el detalle que uno quiera darle.
Por ejemplo: uno puede decir gracias y mandar la sonrisa a la cabeza, después a la cara, a los brazos, al tronco y sus órganos internos y terminar por dar las gracias a las piernas.
O puede hacerlo más detalladamente y mandar sonrisas y amor a cada parte que se le ocurra como por ejemplo: A los ojos, la nariz, la boca, las orejas, al cerebro (y cada una de sus partes si así lo quiere), al cuello, a los hombros, a los músculos, a los huesos, para ir a los brazos, antebrazos, manos, cada dedo, cada uña, hasta a la mugre de las uñas si quieres, no eso es broma.
Espero que esto dé una idea clara del ejercicio y las múltiples posibilidades que tiene. Todas son válidas y proporcionan diferentes respuestas, experimenta y encuentra la que sea mejor para tu persona.
Una vez que se termina el ciclo de agradecimiento, uno puede quedarse disfrutando de la tranquilidad que este ejercicio proporciona por el tiempo que uno quiera es un estado de tranquilidad que abre las puertas para la contemplación y relajación total. Cuando lo desees haz algunas respiraciones profundas con el propósito de volver la atención al mundo exterior y estar listo para continuar con el día o ir a la cama si se hace en la noche.
Sí algún órgano del cuerpo tiene problemas o dolores es recomendable quedarse con el más tiempo y hacerle saber que se le agradece todo el esfuerzo que está haciendo para estar mejor. También se puede hacer este ejercicio solamente enfocado a esa parte a diferentes horas del día para proporcionar soporte a la habilidad del cuerpo de curarse por sí mismo. Es importante mantenerse lo más positivo que se pueda.
Una vez que se termina el ciclo de agradecimiento, uno puede quedarse disfrutando de la tranquilidad que este ejercicio proporciona por el tiempo que uno quiera es un estado de tranquilidad que abre las puertas para la contemplación y relajación total. Cuando lo desees haz algunas respiraciones profundas con el propósito de volver la atención al mundo exterior y estar listo para continuar con el día o ir a la cama si se hace en la noche.
Sí algún órgano del cuerpo tiene problemas o dolores es recomendable quedarse con el más tiempo y hacerle saber que se le agradece todo el esfuerzo que está haciendo para estar mejor. También se puede hacer este ejercicio solamente enfocado a esa parte a diferentes horas del día para proporcionar soporte a la habilidad del cuerpo de curarse por sí mismo. Es importante mantenerse lo más positivo que se pueda.