QUE ES EL LIBRE ALBEDRIO?





Definicion: 
El libre albedrío es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas que sostienen que los humanos tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. El concepto ha sido extendido en ocasiones a los animales y a la inteligencia artificial de las computadoras. Muchas autoridades religiosas han apoyado dicha creencia mientras que ha sido criticada como una forma de ideología individualista por escritores tales como Baruch Spinoza y Carlos Marx. La frase es comúnmente usada y tiene connotaciones objetivas al indicar la realización de una acción por un agente no-condicionado íntegramente ligado por factores precedentes y subjetivos en el cual la percepción de la acción del agente fue inducida por su propia voluntad. 

El principio del libre albedrío tiene implicaciones religiosas, éticas, psicológicas y científicas. Por ejemplo, en la ética puede suponer que los individuos pueden ser responsables de sus propias acciones. En la psicología, implica que la mente controla algunas de las acciones del cuerpo, algunas de las cuales son conscientes. En el reino científico, el libre albedrío se puede percibir en las acciones del cuerpo, incluyendo al cerebro, no siendo determinadas enteramente por la causalidad física. 

La existencia del libre albedrío ha sido un tema central a través de la historia de la filosofía y la ciencia. 



Desde el punto de vista religioso: 
El Libre Albedrío 

Uno se puede preguntar: ¿Cómo es posible que Dios permitió que mal material fuese incluido en el Nuevo Testamento? 

La respuesta es la siguiente: uno de los principios más importantes del trabajo de Dios acerca de nuestra educación, es darnos suficiente libre albedrío, es decir, el derecho de escoger el propio camino en la vida. ¿Quieres venir a Mí? ¡Ven! ¡Toma Mi mano, Yo te ayudaré! ¿Quieres ir en la dirección opuesta? Bien, puedes ir, pero intenta encontrarme de todas maneras. Yo constantemente estaré recordándote acerca de Mí… 

Lo que el hombre aspira con su mente y con la conciencia es una indicación importante para Dios sobre cómo ayudar a esta persona. A causa de aplicar este principio, Dios permite la inclusión de información que tienta en los libros Sagrados que describen el Verdadero Camino. 

Nosotros podemos considerar todo esto como lecciones de psicología dadas por nuestro Maestro más Alto. Estas lecciones incluyen pruebas frecuentes sobre nuestro avance espiritual, sobre los niveles de nuestro desarrollo intelectual y ético. 

Respecto a lo antedicho, es apropiado dar unas citas del Nuevo Testamento. De la primera Epístola de Pablo a los Corintios (6:12): “Todo me está permitido, pero no todo es para mi bien…”. 

Lo mismo fue dicho por Jesús: “Ay del mundo por los tropiezos, pero es necesario que tales cosas vengan...” (Mateo 18:7). 

El principio del libre albedrío implica que los resultados de cada fase del proceso educativo, son acumulados periódicamente en lugar de “castigar” o “premiar” por cada decisión tomada por la persona. Para ilustrarlo Jesús narró una parábola sobre un sembrador (Mateo 13:24-30): 

Un hombre sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras los hombres dormían, su enemigo vino y sembró la cizaña entre el trigo y se fue. Cuando la hierba brotó y produjo grano, apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de la familia y le dijeron: “¿Señor, no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Entonces, de dónde ha venido la cizaña?” Él les dijo: “Un enemigo ha hecho esto.” Y los siervos le dijeron: “¿Quieres que vayamos y la arranquemos?” Pero él dijo: “No, no sea que al arrancar la cizaña arranquen también el trigo. Dejen crecer conjuntamente lo uno y lo otro hasta la siega. Y en el tiempo de la siega yo diré a los segadores: “Recojan primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla, luego recojan el trigo en mi granero”. En esta parábola las “semillas” son la verdadera o falsa información. Gracias a ella el campo puede dar buena “cosecha”, así como “cizaña”. Pero cada hombre tiene el tiempo necesario, hasta la “siega”, para escoger, a través de la búsqueda personal y sus decisiones lo que él quiere llegar a ser: “trigo” o “cizaña”. 

Cuando algo te tiente, Jesús aconsejó tomar decisiones duras por nuestro propio bien: “Y si tu mano o tu pie te tienta, córtalo y échalo de ti. Mejor te es entrar en la Vida (Verdadera) cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies y ser echado al fuego eterno (del infierno). Y si tu ojo te tienta, sácalo y échalo fuera de ti. Es mejor para ti entrar en la Vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos y ser echado en el infierno de fuego” (Mateo 18:8-9). 

Este tipo de lucha consigo mismo también es una manifestación del libre albedrío. 
 
Y es a través del uso del libre albedrío que nosotros forjamos nuestros destinos. 

…Pero el libre albedrío no es ilimitado. 

Dios interfiere cuando uno tiene que hacer un cambio en su vida, pero la inactividad le impide hacerlo. Recordemos cambios dramáticos, por ejemplo, en las vidas de las personas que tuvieron la suerte de volverse discípulos personales de Jesús o el cambio dramático del modo de vida de Pablo, destinos de muchas personas que fueron salvadas de la oscuridad de la ignorancia por la Enseñanza de Jesús Cristo. 

Dios también interfiere en casos, cuando las personas intentan hacer algo que no tiene que pasar, algo que dañaría el progreso espiritual de las almas encarnadas. Si nosotros lo vemos de otra manera, entonces entendemos mal algo, estamos en un error. 

Dios posee Amor perfecto, Sabiduría perfecta, Poder perfecto. Él no puede pasar algo por alto, errar en algo. Él no tiene ningún enemigo que sea capaz de luchar eficazmente contra Él. Los cuentos sobre Sus batallas con el diablo son sólo cuentos de hadas, y acerca de las personas que los toman en serio… esto caracteriza su nivel intelectual… Dios puede materializar o desmaterializar algo, por ejemplo, el cuerpo de un malvado que intenta hacer algo que no tiene que pasar (¡objetivamente!). 

Y si algo así pasó, significa que tenía que pasar, y Dios estaba consciente de eso desde el mismo principio. Nuestra tarea es entonces intentar entender la razón. 

Nosotros tenemos que aprender a confiar en Él. (Aunque no debemos hacer cosas tontas por las que Él tenga que causarnos dolor). 

¡Si la conciencia está limpia, uno no tiene nada que temer! Pero si no está limpia, hay que arrepentirse sinceramente y enmendar el mal. 

Y si tenemos la conciencia limpia, pero tenemos miedo de algunas cosas “terrenales” (excepto causar daño a otros por nuestra imprudencia e inexperiencia), nuestra fe es débil, nuestro amor por Él es débil. “No hay miedo en el amor, porque el amor perfecto echa el miedo… El que teme no se ha perfeccionado en el amor” (1 Juan 4:18). “…Ni uno de los pájaros caerá a la tierra sin la Voluntad de vuestro Padre. …Y aún los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Así que, no temáis, vosotros valéis más que muchos pájaros” (Mateo 10:29-31). 

Si alguien dice que no hay ningún Dios, porque hay terremotos, huracanes y guerras, o que Él es malo y, por consiguiente, yo no quiero creer en Él, o que Él no puede vencer al diablo… Nos esforzamos en entender que la intención de Dios para las personas no consiste en crear para ellos un paraíso en la Tierra. Si hubiese un paraíso en la Tierra, entonces nosotros no tendríamos ese estímulo poderoso para aspirar a otro lugar. 

Al contrario, nosotros debemos recordar que aquí no hay que vivir perezosamente, si no Él nos apurará a través de dolor, para nuestro propio bien. 

La vida en la Tierra no es la Verdadera Vida. Es sólo un corto curso educativo, una posibilidad para que uno se vuelva mejor, para corregir el destino de la vida que viene, para acercarse a la Última Meta. 

Y si no hubiese ninguna guerra y otras calamidades, sería imposible demostrar heroísmo de auto-sacrificio por la causa de otros o, al contrario, para traicionar como resultado de tener miedo al dolor o a la muerte del cuerpo… 

Los cataclismos terrenales no son más que un acelerador de la evolución de las personas involucradas en ellos. Es una posibilidad de llegar a ser mejor. 




Visto desde el lado Cientifico: 

Concepto 

Poder o capacidad del individuo para elegir una línea de acción o tomar una decisión sin estar sujeto a limitaciones impuestas por causas antecedentes, por la necesidad, o por la predeterminación divina. 

Un acto libre por entero es en sí mismo una causa y no un efecto; está fuera de la secuencia causal o de la ley de la causalidad 

San Agustín y el libre albedrío 
El libre albedrío designa la posibilidad de elegir entre el bien y el mal (San Agustín). 

Libre albedrío, libertad y voluntad 
A menudo se confunde el libre albedrío con la libertad. Ésta es el buen uso del libre albedrío. 

También se confunde el libre albedrío con la voluntad. La voluntad es un acto y el libre albedrío es una facultad. Lénin decía que “el libre albedrío no significa otra cosa que la facultad de tomar una resolución con conocimiento de causa”. 

El libre albedrío requiere ausencia de coacción externa, la libertad requiere ausencia de coacción interna. 
Libre albedrío y la escuela clásica de Derecho Penal 

La escuela clásica del Derecho Penal funda en el libre albedrío la legitimidad y la eficacia de la punición de los delincuentes: libremente han querido el mal, luego han querido también—por consecuencia conocida, legal y forzosa—la pena, o, cuando menos, han aceptado el riesgo de frustrarse la impunidad (Luís Alcalá-Zamora) 

Por lo general, la doctrina extrema en la que afirma la libertad de la voluntad se llama libertarismo; su opuesta, determinismo 
religion 

El libre albedrio (punto de vista filosofico): 
Este es un tema que ha ocupado innumerables horas de filósofos y aficionados. Difícilmente alguien pueda proclamar consistentemente que es el dueño de la verdad en este tema. 

La pregunta básica es: 

* Nuestro destino está fijado de antemano?. (postura fatalista). 

ó 

* Somos dueños de nuestro destino?. (postura que defiende el Libre Albedrío). 

El primer caso se fundamenta en aceptar el principio de causa y efecto. Una vez que se barajaron las cartas, el orden de aparición de las mismas (cualquiera sea) quedó establecido. 

El segundo caso, tal como se presenta habitualmente, es una posición de principios. Es muy doloroso aceptar que no somos capaces de tomar nuestras propias decisiones. 

De acuerdo con la primera postura, yo estoy escribiendo estás líneas porque no tengo otra alternativa. Ya toda la configuración previa del universo condicionó mis acciones actuales. 

De acuerdo con la segunda postura (con la que me siento intelectualmente más cómodo), yo estoy escribiendo porque tomé la decisión voluntaria de hacerlo. Podría no haber escrito estas líneas si no hubiera querido. (pero lo hice, Y que me quiten lo bailado !!!) 

Según mi costumbre, trataré de aportar algunos puntos de vista particulares sobre este entretenido tema. Y, por supuesto, siguiendo mi propia lógica, trataré de mostrar (en estas páginas no hago demostraciones, sino exposiciones simples) que el principio de causa y efecto es compatible con el libre albedrío. 

Como nota especial, puedo mencionar que la teoría del caos, y también la mecánica cuántica, aportaron nuevas visiones filosóficas. Y para muchos, estas teorías eliminaron la causalidad (causa-efecto). Mi explicación recurre a elementos diferentes. 

En forma simplificada trataré de explicar cómo el sinergismo, que conduce a mi visión particular de la Sociedad Humana, también se aplica al libre albedrío, como propiedad novedosa de los sistemas complejos. 

Estoy de acuerdo en que no es posible DEMOSTRAR que no existe un fatalismo absoluto, sin embargo, voy a tratar de dar argumentos en favor del Libre Albedrío. Simultáneamente propongo identificar el comportamiento inteligente con la propiedad que llamamos Libre Albedrío. 

Supongo que puede afirmarse con bastante grado de certeza que un átomo no posee Libre Albedrío. Con esto quiero decir que cuando un átomo responde a un estímulo, no toma decisiones, simplemente cumple con la ley física que rige su comportamiento. De este modo, no es de esperar que un átomo "decida" moverse en una u otra dirección. 

Por otro lado, aceptamos (los que queremos creer que tenemos Libre Albedrío) que nosotros sí, decidimos qué hacer cuando llegamos a un cruce da caminos. En este caso aceptamos que no existe una ley física que nos obligue a tomar hacia la derecha o hacia la izquierda. 

Ahora bien, si aceptamos que no somos más que un conjunto de átomos organizados bajo la forma de un ser humano, en alguna parte debemos aceptar que se produce un cambio cualitativo en el agrupamiento de átomos. Para ser más claro: tenemos dos extremos bien definidos: 

* Átomos sin decisión propia. 
* Seres humanos con decisión propia. 

Qué pasa entonces en la escala intermedia: Moléculas, virus, células, plantas, animales inferiores, etc. En algún punto debe producirse el cambio: 

* Los perros tienen Libre Albedrío?. 
* El ser humano, al nivel de huevo fecundado tiene libre albedrío?. 

OK, si se acepta que poseemos un alma independiente del cuerpo material, se resuelve el problema atribuyendo al Libre Albedrío al Alma, o a la Voluntad de un Ser Superior. Bien, yo sólo estoy analizando el tema desde el punto de vista físico. La solución Divina no admite demostración. Es sencillamente un acto de Fe. 

Si a un trozo de roca le "molesta" la luz que recibe, no puede optar por trasladarse a un rincón oscuro para estar más "cómoda". Pero un gato si puede "decidir" alejarse de una fuente luminosa. Es esto Libre Albedrío?. 

Seguramente los conceptos que siguen le resultarán más fáciles de entender a aquellos que han trabajado con lenguajes de programación. Pero confío en que también resultaran entendibles a quienes no poseen dicha experiencia. 

Básicamente creo que podemos asimilar el comportamiento mecánico de un trozo de roca a lo que llamamos programación lineal. La cadena de resultados queda fijada desde el comienzo. En estos casos no existe Libre Albedrío. Por otro lado los seres vivos a los que asignamos poder de decisión, poseen una programación condicionada. Continuamente toman decisiones sobre las secuencias siguientes. 

Lo que estoy planteando, es que en algún lugar de la cadena de agrupamiento de átomos surgió la posibilidad de condicionar la cadena de acontecimientos posterior a un evento cualquiera. En otras palabras, en algún momento, lo que denominamos seres vivos inteligentes agregaron una posibilidad a su programación: La toma de decisiones. Y cabe destacar que la toma de decisiones no consume mayor o menor energía en si misma. Si una persona debe decidir entre tomar a la derecha o a la izquierda, no consume más o menos energía en la toma de la decisión. El resultado diferente se produce a partir del momento en que la decisión se pone en práctica. Pero ese es un evento posterior a la toma de decisión propiamente dicha. 

En otras palabras y para agregar una conclusión a esta página daré una definición tentativa de seres vivos inteligentes basada en los comentarios anteriores: 

Seres vivos inteligentes (o con Libre Albedrío) son aquellos que pueden dar diferentes respuestas frente al mismo estímulo. 

NOTA: Reconozco que esa definición puede generarme conflictos con aquellas personas aferradas a su rutina. Pero debo recordar que esta página es sólo un pasatiempos personal, donde las opiniones volcadas no son más que interpretaciones propias que no pretenden ser verdaderas, sino entretenidas. 

En realidad creo que el Libre Albedrío se ha desarrollado más como una propiedad de la especie que de los individuos. Con esto me refiero al hecho de que no existen dudas de que diferentes hombres pueden reaccionar en forma diferente frente a un mismo estímulo. Del mismo modo que diferentes caballos, o perros, o gatos, etc, también lo hacen. Y esto nos daría la posibilidad de identificar (o rotular) especies inteligentes. Por supuesto que en este caso deberían emplearse estímulos que disparen respuestas que dependan de lo que llamamos voluntad.
filosofia 
El Libre Albedrío individual creo que sólo puede manifestarse en las reflexiones profundas, donde el medio ambiente tiene menos influencia en la toma de decisiones. Si elijo estudiar medicina, en vez de arquitectura el medio ambiente seguramente influencia mi decisión. Pero una explosión a mi espalda tiene una influencia más directa sobre mi reacción de mirar hacia atrás. En este ejemplo puede objetarse (como en cualquier otro que se emplee) que el medio ambiente define las opciones posibles. Nadie podía optar por viajar en avión en 1800. Sólo estoy planteando que una vez que se fijan las opciones posibles, la decisión íntima puede ser una expresión de Libre Albedrío.