BUSCAR A DIOS



No le reces a Dios mirando al cielo, ¡mira hacia adentro! 

No lo busques a Dios lejos de ti, sino en ti mismo.

No le pidas a Dios lo que te falta:
¡búscalo tú mismo!, y Dios lo buscará contigo, porque ya te lo dio como promesa y como meta para que tú lo alcances.