REFLEXIONES SOBRE NUESTRO CUERPO

Los antiguos curanderos o sanadores utilizaban técnicas no agresoras para describir el estado de salud, la mente y el carácter, el cuerpo es la manifestación física del espíritu.

No tenemos que cambiar para ser felices, más bien, debemos conocer y trabajar lo bueno que tenemos cada uno.

Muchas veces tenemos una imagen equivocada de nosotros mismos, creemos que algo no está bien,  que tenemos que cambiar para ser felices.

Pero todos somos buenos y podemos ser felices. 

Como ya he comentado solo debemos conocer y trabajar lo bueno que hay dentro de nosotros.

Los sabios antiguos observaron que las personas a menudo tenemos bloqueos de energía en los órganos internos que concentran en el abdomen y dificultan el flujo de la energía.

Las emociones negativas, como el miedo, la ira, la ansiedad, la depresión y la preocupación, son las más dañinas.

El exceso de trabajo, el estrés, los accidentes, la cirugía, las drogas, las toxinas, la mala alimentación y la mala postura también nos causan problemas.

Si las emociones negativas no encuentran una salida, se inflaman en los órganos o se trasladan al abdomen, donde se procesa parte de la basura emocional, pero en forma más lenta.

El centro energético del cuerpo ubicado en el ombligo se congestiona y aísla del resto del cuerpo.

Con ejercicios de meditación, los sabios aprendieron a mirar en su interior y descubrieron que era posible curar muchas de las enfermedades cando las toxinas y las fuerzas negativas que las provocan se eliminaran del cuerpo.

Cuando un enfermo busca ayuda, acude a un terapeuta, va cargada con mucha energía y emociones enfermas y quiere descargar todos sus males en la persona que le atiende,  negando su propia responsabilidad en la curación.

La mente es tonta, el cuerpo es sabio.

Si podemos entrar en el fondo de nuestro cuerpo, ahí  encontraremos el alma, el cuerpo es un universo en miniatura.

La mayoría de los problemas son psicosomáticos porque el cuerpo y la mente no son dos cosas separadas.

Todos los problemas podemos tratarlos a través de la mente o a través del cuerpo.

Unos creen que todos los problemas son solo físicos y en el cincuenta por ciento de los casos tienen éxito.

Estos creen que tendrán más éxito con el avance de la ciencia, pero nunca tendrán más del cincuenta por ciento, porque el otro cincuenta por ciento es la mente.

Otro grupo cree que todos los problemas están en la mente, lo que es tan erróneo como lo primero.

Entendiendo nuestros cuerpo

Lo ideal sería, no tratar las enfermedades, sino a las personas.

Si ayunamos, el cuerpo lo hace, ¿pero qué le pasa a la mente? 

O desde el otro lado, si tenemos pensamientos sexuales, ¿qué le pasa al cuerpo?

Que éste se ve afectado rápidamente.

En Japón enseñan a los niños un método sencillo para controlar la ira.

Cuando sientan ira, sólo han de respirar profundo.

Probadlo, no la sentiréis, la ira necesita un ritmo concreto de respiración, sin este ritmo la ira no aparece.

Elegimos mayoritariamente lo malo, lo triste, lo deprimente, lo infeliz.

¿Por qué?

La educación y como somos tratados, desde niños aprendemos que desde un enfado o tristeza conseguimos acaparar la atención y así seguimos hasta mayores, mientras que las personas felices, pasan desapercibidas, porque ellas solas se bastan, pero ésta es nuestra  elección.

La vida la podemos vivir de dos maneras, una es con esfuerzo, voluntad y la otra es negando el esfuerzo, es un estado de dejarse llevar por la vida.

Si aprendiéramos a relajarnos en lugar de luchar y a dejarnos llevar en lugar de esforzarnos, en determinados momentos, habría un cambio importante en la calidad de la conciencia.

No luchemos contra el cuerpo, ni contra la naturaleza, ni contra nada, así estaremos en paz, a salvo, tranquilos y satisfechos.

El cuerpo lo utilizamos durante setenta, ochenta o más años, pero no hemos inventado nada que pueda compararse con él y nosotros ni siquiera se lo agradecemos.

Si respetamos nuestra  vida, sabremos respetar la vida de los demás.

APRENDE A MEDITAR PROFUNDAMENTE

Soy un gran amante de meditar. 

La mayoría de nosotros suele tener inconvenientes para desconectarse de la realidad diaria y generar una comunión espiritual a través de la meditación, por lo que siempre intento ofrecer sugerencias e ideas para que la práctica de la meditación sea accesible para todos.

La meditación es muy simple en tu esencia, pero tendemos a complicarla debido a nuestra actividad mental e identificación con los problemas cotidianos.

A veces podemos lograr realizar pequeñas sesiones de meditación en las que sentimos que nos acercamos a experimentar ese silencio y conexión interna, pero no podemos profundizar en la experiencia.

La idea de hoy es ofrecer 5 sencillas herramientas que nos permitirán aprender a profundizar los efectos de nuestras sesiones de meditación, a través de comprender conceptos  espirituales fundamentales.

1- Somos puro potencial

Generalmente, pasamos tanto tiempo pensando lo que fuimos, lo que podríamos haber sido, lo que somos, que limitamos constantemente nuestra percepción.

Pero nosotros no somos un cuerpo finito y un conjunto de limitaciones, somos un ser espiritual, con un potencial infinito.

Es usual permitir que una multitud de pensamientos se cuelen en nuestra mente mientras intentamos alcanzar el estado meditativo, pero esto puede funcionar a nuestro favor.
Si queremos trascender nuestras ideas limitantes durante la meditación, pero no podemos evitar pensar, lo único que tenemos que hacer es prestar atención al silencio que se genera entre pensamientos, una vez que tomamos consciencia de ellos.

El “espacio vacío” que se genera entre dos pensamientos, ese pequeño momento de silencio, es donde yace nuestro potencial espiritual ilimitado.

Utiliza los silencios entre pensamientos para conectarte con tu vacío interno, que es en realidad la mejor manera de conectar con tu verdadera esencia.

2- Recibir y soltar

La energía está en un constante fluir.

Cuando la energía no fluye, no puede sostener la vida.

La vida es un constante movimiento y la energía también, y podemos percibir mejor este flujo cuando nosotros permanecemos en serenidad y quietud.

Si cuando estamos meditando un pensamiento viene a nuestra mente, fuera de que lo energeticemos o no con nuestra atención, a veces nuestros propios reproches por no poder permanecer en silencio son los que no nos permiten dejarlo ir en primer lugar.

La mejor manera de no caer víctima de nuestros pensamientos no es no tenerlos, sino dejarlos ir de la manera en que llegaron.

Los pensamientos no son otra cosa que energía manifestada al nivel de la mente. 

Adopta el flujo natural de la vida soltando los pensamientos a medida que los recibes, y permite que la energía pase a través de ti, energizándote en lugar de ponerte tenso o cansar tus centros mentales.

3- La ley del menor esfuerzo

En nuestra cultura asociamos la ley del menor esfuerzo con la holgazanería y otras ideas que no están muy bien vistas, pero la “ley del menor esfuerzo” es en realidad la “ley de menor resistencia”.

Los seres humanos solemos querer controlarlo todo, por lo que la ley de menor resistencia es terreno un poco escabroso para nuestra mente, y no queremos ni pensar en soltar y permitir que las cosas se acomoden a su ritmo (no vaya a ser que las respuestas lleguen solas en el momento adecuado eh…).

Podemos obtener un gran beneficio de la ley de menor resistencia en nuestras prácticas de meditación, permitiendo los ires y venires de la energía interna y los movimientos externos del ambiente, y dejando ir nuestra necesidad de controlarlos. 

Sencillamente permaneciendo allí, conectados con lo que sucede pero sin interpretarlo ni querer cambiarlo, podemos lograr una comunión espiritual con todo lo que nos rodea, alcanzando un profundo estado meditativo.

4- El desapego

Y por mal que nos pese, todos deberemos enfrentarnos en algún momento al monstruo legendario del desapego.

Todos tenemos diversos tipos de apego en nuestra vida… hay cosas que sencillamente nos cuesta dejar ir.

La meditación profunda nos conecta con nuestro estado de plenitud interna, y aumenta nuestra capacidad de desapego.

De la misma manera, podemos  permitir que la práctica del desapego potencie los efectos de nuestras sesiones de meditación, estado dispuestos a dejar ir, al menos durante esos pocos minutos, eso que tenemos problemas para soltar.

Es mucho más fácil convencer a la mente de dejar ir por unos pocos minutos que el fatídico “para siempre”.

Utilizando las sesiones de meditación para practicar la entrega al momento presente, respirando profundamente y relajando el cuerpo, podemos al mismo tiempo trabajar el desapego hacia aquellas cosas que nos preocupan o nos mantienen identificados con una parte de nuestra realidad dual, y profundizar el estado meditativo.

5- El propósito interno

Es normal experimentar la dicotomía entre nuestros deseos egoicos y nuestro propósito espiritual evolutivo.

Durante el día, a medida que interactuamos con el mundo, somos como un niño en una juguetería, queriendo siempre lo que nos entra por los ojos.

Queremos aquella experiencia, esta emoción, la otra sensación, esa persona y este nuevo objeto.

Siempre estamos queriendo algo, y no hay nada de malo con eso ni necesitamos evitarlo, pero sí es buena idea des-identificarnos de esos deseos, y reconectarnos con nuestro propósito interno.

Nuestro propósito interno es como la brújula que mantiene siempre el norte de nuestro crecimiento interno hacia la plenitud de nuestro Ser.

Estar conectados con el propósito nos permite liberarnos de la esclavitud de nuestros propios deseos y convertirnos en seres completos, que no son víctimas de sus necesidades o ideas de carencia.

Utiliza tus sesiones de meditación para conectarte con tu ser interno.

Como cuando apuntas la oreja para escuchar atentamente a alguien, utiliza tus sesiones de meditación para apuntar la oreja hacia tu corazón, y escucha sus mensajes.

Prestar atención a los impulsos de nuestro corazón facilitará alcanzar un estado meditativo más profundo, al mismo tiempo que nos ayuda a crecer como seres en estado evolutivo.

A veces profundizar nuestra capacidad para entrar en comunión con nosotros mismos puede parecer una tarea imposible de realizar, pero si estamos dispuestos a integrar nuestros conocimientos a medida que avanzamos en la práctica, encontraremos gradualmente nuestra manera única y personal de alcanzar la comunión interna, y podremos aprender a meditar para generar más satisfacción y sanación en todos los aspectos de nuestra vida.

La ciencia demuestra que las personas absorben energía de otras personas

Esto explica por qué hay personas que se sienten incómodas cuando están con ciertos grupos de personas.

Parece algo de ciencia ficción o una simple historia paranormal, sin embargo, la ciencia ha demostrado que los seres humanos somos continuamente afectados por las energías del entorno.

A esta conclusión se llegó gracias a un estudio realizado en algas, hecho por la terapeuta y médico Olivia Lee Bader.

Ella señala que lo que le sucedió a las plantas marinas también puede aplicarse a los seres humanos.

Otro estudio de la Universidad de Bielefield, en Alemania, indica que las plantas son capaces de absorber la energía de otras plantas a su alrededor.

Analizado esto desde la bioenergía, los humanos también serían elementos en juego.

De lo que se trata, es que todo lo que interactúa con el entorno está cargado y esa carga puede traspasarse de un “personaje” a otro.

CONCLUSIONES

La Energía se transmite de unos a otros.

Pura física.

Cuando 2 personas interaccionan, se produce un intercambio de Energía, Este intercambio es mayor cuanto más largo es el periodo en el que las personas están en contacto.

Cuando una persona tiene buena Energía, siente que todo está bien.

Está contento, piensa con claridad, está optimista. Todo fluye.

En este estado, uno saca lo mejor que tiene.

Cuando una persona tiene Energía de baja calidad, no ve las cosas claras, se siente perdido, desesperanzado, lleno de miedos, etc.

En este estado, uno muestra las cosas malas que tiene.

Una versión de uno mismo mejorable.

Es muy difícil que, cuando dos personas hablan, ambas estén en el mismo nivel de Energía.

De hecho es casi imposible. Siempre hay uno que tiene la energía de mejor calidad que el otro.

Cuando dos personas hablan, lo habitual es que pase una de estas 2 cosas:

1. El que está mal baja al que está bien

2. El que está bien sube al que está mal.

CONSEJOS

Cuando sientas que te bajaron tu energía, es decir te empiezas a sentir cansado o pesado por la situación, puedes alejarte ó tomar consciencia de que el problema lo tiene el otro.

Que no es tuyo.

Al identificar que la cosa no es tuya, decides no sentirla.

Y, si no la sientes, no la padeces.

Puede parecer egoísta, pero no lo es en absoluto.

De hecho, todo lo contrario.

Si eres capaz de no contagiarte, como tu Energía es de mejor calidad, conseguirás subir al otro.

ORACIÓN PARA ACTIVAR EL PÉNDULO Y LAS ENERGÍAS

La oración para activar el péndulo permitirá activar todas las energías en función del propósito que se desea alcanzar. Es decir...